Mimica Emocional (2)
Las personas difieren en su capacidad para leer las emociones escritas en la cara. Como nuestro grupo demostró en 2007, las personas que sufren crisis de angustia reconocieron peor la tristeza y la cólera que el grupo testigo sano de nuestro estudio; los pacientes angustiados tendian a interpretar erróneamente como disgustadas ciertas expresiones faciales.
Pero no resulta fácil atribuir a la psique estas diferencias individuales en la percepción de los sentimientos de los demás. Si se examina la capacidad de compenetración de los probandos y su facultad para expresar las emociones propias a través de un cuestionario, se observan muy pocas coincidencias, si alguna , con los resultados de la prueba FEEL. Las relaciones entre vivencia propia de las emociones y capacidad para reconocerlas tampoco han podido probarlas otros invetigadores. ¿No existe ese tipo de correlaciones o es que el método de medición carece de la precisión suficiente?.
En verdad, las condiciones de la prueba son bastantes simples: limitarse a presentar sólo una fotografía frontal no se corresponde con la situación cotidiana. Por otra parte, en la vida real, la mímica emocional cambia de un instante a otro y a menudo solo emerge de forma subliminal, imbuida en un contexto social complejo. No debe sorprendernos, pues, que los métodos para reconocer las emociones,,basados excluivamente en estímulos mímicos, lleven a resultados que poco tienen que ver con las autoevaluaciones subjetivas de los test psicológicos.
Por eso, hemos refinado nuestro sistema de prueba y ahora ofrecemos videos a los probandos; en ellos las expresiones neutras del semblante se transforman en disgusto, miedo, alegría, sorpresa, tristeza o asco. El tiempo en el que aparecen los rostros es el mismo que en la prueba estática FEEL: la cara neutra, que se mostraba durante 1000 a 1800 milisegundos, de paso en un intervalo de 400 a 1200 milisegundos a una expresión emocional, que vuelve a desaparecer a los 300 milisegundos.
En la prueba de video, los resultados obtenidos por los probandos apenas difieren de los resultados de la prueba fotográfica: los 102 probandos, a los que presentamos 36 fotos y 36 videos, reconocieron las diversas emociones casi con la misma precisión en las dos pruebas, pese a las enormes diferencias de exposición. Las imágenes en movimiento facilitaban más el reconocimiento de la sorpresa y del miedo, mientras que las fotografías ofrecian ligeras ventajas para detectar la alegría.
Autor: Harald C.Traue
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